martes, 17 de abril de 2012

Brandingfobia > Mono / Diego Grinbaum

Intervenciones y collage sobre impresos y fotografías.propias y de terceros.
Técnicas... tinta sobre postales, revistas y catálogos.
Aerosoles, marcadores, corrector, letraset y pegatinas.

El proceso de formar y construir una marca, hecho por esos tecnócratas de la mercadotecnia, lleva a la gráfica y a la fotografía por caminos de instintos sexualmente gastados. Esto pasa, en gran parte, en la comunicación de las marcas de moda.  Las campañas repiten el objeto "putita" una y otra vez, en esta pose o en la otra. De tan repetitivas y vejadas a baldazos de gaussian blur, pocos se dan cuenta del larvado creativo que exponen para el que sabe ver. El ojo pícaro de Mono supo ver el lienzo desnudo oculto entre capas de marketing gráfico y promoción de producto. Su intervención no ultraja la imagen de la "putita", asociada a lo sensual y ofensivamente sexista, sino que la potencia hasta hacerla sensitivamente misteriosa. Las putitas se revelan cual Irma Veps, de felinas provocaciones enmascaradas y ajustados trajes de palabras. Con su operación directa, "hand made", Mono anexa la foto a su propia campaña dadaista, a su cosmos brandingfóbico, donde esos avisos gráficos agotados se resignifican. El átomo, que en la pintura es la huella personal del gesto del artista sobre una mínima porción del lienzo, es en la pincelada de Mono el "Atom Mota". Este átomo travieso se expande con baños de lechazos y bukkakes tipográficos. El Atom Mota se propaga cubritivamente en forma de frases tan ricas en significados que podrían ser fuente inagotable para los polígrafos del slogan. Los Fake maker de la publicidad deberían doblegarse.

Lucas Varela

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